Hemos demorado la elaboración de esta síntesis para incluir el mes de julio, por lo excepcional que ha sido desde el punto de vista climático. De pronto y no sin aviso, el Cambio Climático se ha mostrado ostensiblemente peligroso con temperaturas altísimas. Tal como se esperaba y como hemos adelantado en una columna anterior, sus efectos se manifiestan primera y más claramente en los extremos climáticos.
La información periodística abundó en noticias sobre records de temperatura desde el invierno y la primavera, y la Organización Meteorológica Mundial, en base a registros de todo el mundo, informó que julio fue el mes más cálido desde que se llevan registros globales, esto es desde fines del siglo XIX. El record de julio fue de 16,9ºC, casi 2ºC más que el promedio del periodo anterior al inicio del calentamiento global en el siglo XX.
En este contexto de calentamiento, se han registrado olas de calor extremo en casi todo el Hemisferio Norte, con temperaturas por encima de 45ºC en muchas zonas de Asia, Medio Oriente y la región del Mediterráneo. Hubo temperaturas por encima de 48ºC en Sicilia y se ha informado una temperatura de 52,9ºC en China y otra de 54ºC en el Valle de la Muerte en California, que habrá que verificar.
Ya, desde el invierno, hubo temperaturas excepcionales para la estación en Europa, especialmente en España. En mayo y junio es cuando se registran las mayores temperaturas del año en las regiones monsónicas, antes de la temporada de lluvia. Este año en esos meses, las olas de calor fueron excepcionalmente intensas. En India, Pakistán y sur de China hubo que suspender algunas actividades, como las clases en los colegios.
La secuela de muertes por las altas temperaturas es escalofriante: ¡miles, sólo en Europa y sólo hasta la mitad del verano! Cuando se calcule el total global para 2023, segura y lamentablemente, será de varias decenas de miles. Y eso a pesar de que se cuenta ya con estrategias de adaptación a raíz de las olas de calor de los últimos 20 años
¿Cómo se conoce el número de fallecidos? Puesto que casi nunca se documenta la muerte por un golpe de calor, sino por la causa directa de muerte, como por ejemplo infarto, la metodología consiste en calcular, para cada día, el exceso de muertes sobre el promedio de los últimos años sin olas de calor.
También es pavorosa la ola de incendios forestales en el Hemisferio Norte, producto de las altas temperaturas y la sequedad del ambiente que en algunos casos ha sido la típica estacional y en otros, ocasional. En Canadá se registraron más de 900 incendios forestales y el humo se propagó hasta al norte de Estados Unidos, afectando la calidad del aire. Peor aún es la situación en Europa, particularmente en la zona mediterránea. Solo en Italia se registraron más de 1.300 incendios, especialmente en Sicilia y Calabria. Igualmente grave es la situación en España y en Grecia. En algunas islas de este último país, hubo que evacuar a miles de turistas y a la población local.
Ante este panorama y con la perspectiva de que será peor en los próximos años, la Unión Europea ha duplicado el personal de bomberos especializado en sofocar incendios forestales. La pregunta que todavía nadie se atreve a formular es si los bosques templados del Hemisferio Norte serán sustentables con el nuevo clima que se espera y con la presencia y actividad humana. Seguramente, se harán los máximos esfuerzos para conservar los bosques y la diversidad biológica asociada, pero su éxito no parece asegurado.
Las altas temperaturas registradas en el Hemisferio Norte este año se deben a la acumulación de calor en los mares y océanos que son los que almacenan el calentamiento del planeta. Por ejemplo, en las aguas del Mediterráneo se registraron temperaturas de más de 25ºC y en algunos puntos de 27ºC. Esto provocó un florecimiento excepcional de fitoplancton que le dio una tonalidad verdosa al mar. Lo mismo, se observó en otros mares costeros alrededor del mundo, lo que llevo a conjeturar un cambio global en el color de los océanos. Eso no sería posible, porque solo en las costas y en otras pocas zonas limitadas hay suficientes nutrientes para sostener una mayor fotosíntesis por el fitoplancton.
Como no podía ser de otro modo, se multiplicaron las declaraciones y llamamientos por una acción climática inmediata, pero sin ningún compromiso o medida concreta significativa. A pesar de la gravedad de la situación, todo parece seguir igual. En el G20 no hay acuerdo sobre el rumbo a seguir. Son los países que concentran la mayor parte de las emisiones de gases de efecto invernadero, y por ello tienen la posibilidad de atenuar la velocidad del calentamiento global.
En lo que sí han sido rápidos los mayores responsables de este calentamiento ha sido en negar cualquier contribución para compensar a los más pobres y perjudicados. John Kerry, negociador americano para el Cambio Climático, declaró que bajo ninguna circunstancia, Estados Unidos pagará reparaciones a los países en desarrollo afectados por catástrofes provocadas por el Cambio Climático.
El panorama internacional sobre el Cambio climático se tornará más sombrío si en 2024 el Partido Republicano se alza con la presidencia de los EE.UU: Ya hay noticias sobre grupos de trabajo preparando la reversión de la tímida política de Biden. Y no están solos, importantes grupos de poder, por fuera de la administración del gobierno, trasparentan sus intenciones. Con motivo de las olas de calor que también azotan EE.UU; el Wall Street Journal en un reciente artículo a toda tapa trata de explicar las causas, argumentando que el calor extremo se debe a la posición de la corriente en chorro a 12 Km de altura y al calentamiento del océano ¡Ni una palabra sobre el Cambio Climático y las emisiones que lo causan!
La comunidad científica, en forma casi unánime, había avisado sobre la posibilidad de lo que ya está ocurriendo con el clima. El IPCC, en sus reiterados informes ha sido muy claro al respecto. También, ha advertido sobre los costos y dificultades objetivas de las necesarias reducciones de las emisiones globales. En su Informe Síntesis para Decisores Políticos publicado en marzo, se muestra que las mejores alternativas, la energía solar y eólica, solo pueden aportar en el corto plazo el 20% de las reducciones necesarias. Lo atractivo de estas dos energías limpias es que más de la mitad de su total global factible de implementar tendría un costo nulo o negativo, es decir que ya en muchos casos son competitivas comercialmente.
Respecto del IPCC, cabe destacar que recientemente la Dra. Inés Camilloni, que ha sido y es colaboradora de la REM y de este Observatorio, fue designada vicepresidente del grupo I del IPCC, y por lo tanto, miembro del Buró de ese organismo internacional.
Ante la necesidad de adaptación a las nuevas condiciones climáticas con su secuela de inundaciones, olas de calor y otros extremos meteorológicos desfavorables, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) ha lanzado un programa internacional de alertas tempranas que tiene como objetivo que toda la población mundial esté protegida por los sistemas de alerta temprana antes de 2030. Al respecto, la OMM eligió a una argentina, la Dra. Celeste Saulo, como Secretaria General, considerando su exitosa experiencia en este aspecto como directora del Servicio Meteorológico Nacional.
Aunque debido a la exacerbación de las condiciones climáticas, otros temas ambientales tuvieron menos repercusión, se notó una mayor preocupación y compromiso en las reuniones internacionales. Aunque en la conferencia internacional sobre la protección de los océanos no se alcanzaron los acuerdos esperados, se acordó un aumento sustancial de las áreas marinas protegidas. Por otra parte, se comenzó a tratar la necesaria regulación de la minería en los lechos marinos.
El tema del agua está fuertemente ligado al Cambio Climático, tanto en sus impactos como en su gestión, por lo que no era de esperar avances substanciales en la Conferencia Mundial del Agua de las Naciones Unidas que se reunió en Nueva York.
La información periodística abundó sobre la proliferación los plásticos en las aguas de todo el planeta. Lo más relevante hasta ahora ha sido el avance del conocimiento científico sobre este problema. Por una parte parece ser que el reciclado solo ofrece una solución parcial, porque no se puede hacer reiteradamente con las tecnologías actuales. Mientras tanto, se desconoce toda la gravedad de los efectos de los microplásticos en la ecología y en las personas. Preocupante es que se ha detectado su presencia en animales y peor aún, en humanos.
Argentina
En este semestre, en la Argentina parece haberse definido como política de Estado el perfil productivista exportador no subordinado a las restricciones de tipo ambiental o a otras preocupaciones como la de los pueblos originarios. En efecto, tanto el sector energético como la minería están por primera vez en el discurso político de los candidatos con mayor representación. Igualmente, la justicia estuvo acompañando esa tendencia con fallos que no hicieron lugar a intentos ambientalistas por impedir la consecución de exploraciones, obras o emprendimientos extractivos.
En el terreno de las realizaciones concretas, sobresalieron la puesta en marcha de minerías de litio, la inauguración del gasoducto Néstor Kirchner y el desarrollo de Vaca Muerta, todos con apoyo mayoritario de políticos y empresarios. Apoyo que se extiende a proyectos de inversiones en el litio y en el transporte y comercialización de gas y petróleo. En la base de este consenso está la toma de conciencia sobre la tradicional restricción externa que frena el desarrollo económico, ahora agravada por una importante deuda externa. Es de desear que el sesgo extractivista exportador, que parece imponerse para el futuro próximo, sea acompañado de otro tipo de crecimiento económico y también de las máximas salvaguardas ambientales posibles.
En cierta forma, y casi como contracara, en materia de energía limpia también parece establecida una política de Estado. Gobiernos de distinto signo han propiciado numerosas instalaciones eólicas y solares. En este semestre y en el marco de programa RenMDI se adjudicaron cerca de 100 proyectos distribuidos en 19 provincias por un total de 514 MW, mayormente de energía solar. San Luis no ha sido ajeno a este proceso y este año comenzó la construcción del primer parque mixto, solar y eólico, de la Argentina.
En materia institucional ha sobresalido la implementación de la ley de educación ambiental, ley Yolanda, por la primera Secretaria de Ambiente de la Nación, con cursos de capacitación en el sector público. Otras iniciativas destacables fueron la enunciación de la creación de nuevo parque nacional en algunas regiones.
Finalmente, la sequía excepcional de 2022/23 fue objeto de noticias y comentarios, como no podía ser de otro modo por el enorme impacto económico que causo. Entre las opiniones vertidas y amplificadas por los medios nacionales estuvo la infaltable atribución al Cambio Climático. La verdad, es que esa atribución es difícil de demostrar y por ahora no se ha probado. Lo más probable es que haya sido un evento más de variabilidad climática porque ya hubo otras sequias similares en el pasado. En San Luis, una provincia con limitados recursos hídricos, la sequía puso en riesgo el suministro de agua en algunas localidades. La respuesta oficial fue inmediata, mejorando el sistema de provisión de agua potable en varias localidades.